Se acabaron las vacaciones. Atrás dejamos esos días en los que nos levantamos sin que suene el despertador, largas jornadas de playa, sol, baños en el mar y en la piscina, cenas con amigos que se alargan… pero toca volver a la realidad. Nos pasamos buena parte del año programando las vacaciones estivales, sin embargo, pasan más rápido de lo esperado. Si te cuesta volver a coger el ritmo después de este periodo de relax, los siguientes consejos te ayudarán a hacer la vuelta más llevadera.
Se flexible
Los primeros días tras la vuelta intenta retomar el ritmo paulatinamente, sin sobrecargarte con reuniones y actividades. Una vuelta brusca puede producir pérdida de productividad y bajo estado de ánimo. Lo recomendable es que los días previos a reanudar el trabajo y/o el colegio, vayamos habituándonos a nuestro horario de forma escalonada para que el cambio no sea tan drástico.
Lo ideal es que toda la familia sea partícipe de ello y que las agendas se vayan repartiendo poco a poco. Una opción es jerarquizar las tareas por importancia para que de esta manera podamos hacerlas poco a poco y por orden de importancia.
Actitud positiva
Intenta pensar en aquellos momentos positivos que vamos a tener a lo largo del día. Por ejemplo: la hora del café con los compañeros o la cita con amigos que tienes al terminar el turno de trabajo. Estos instantes te ayudarán a afrontar el día con optimismo y energía.
Es importante mantener una actitud positiva diaria, pues los pensamientos negativos solo hacen adentrarnos en una espiral de malestar e insatisfacción
Nuevos proyectos
Queda un año por delante y es el momento perfecto para fijarnos nuevas metas y propósitos. No tiene que ser un proyecto ambicioso, es mejor ir planteándonos pequeños objetivos a corto plazo que nos puedan ir acercando a la meta que queremos. Esto nos ayudará a motivarnos e ilusionarnos diariamente.
Cuida la alimentación
Unos adecuados hábitos alimentarios nos van a ayudar a afrontar con más energía el día. Aumenta el consumo de frutas y verduras, así como la ingesta de alimentos ricos en vitamina B (carnes, pescados, huevos, lácteos y frutos secos). Así mismo, evita las dietas de choque que pretenden bajar mucho de peso y en muy poco tiempo. Es mejor, establecer unos hábitos de alimentación óptimos y equilibrados.
Duerme lo necesario
Intenta evitar las siestas, acuéstate a tu hora habitual y poco a poco tu cuerpo irá cogiendo su ritmo biológico. Los primeros días es posible que nos notemos más cansados y fatigados, pero es normal. Nuestro cuerpo también necesita adaptarse a los nuevos horarios, poco a poco nuestro cuerpo irá volviendo a su rutina diaria.
Practica deporte
Incorpora el ejercicio físico en tu rutina diaria. Está comprobado que la realización de actividad física produce la liberación de endorfinas, una sustancia que produce sensación de bienestar y felicidad. El deporte te ayudará a liberar la mente, reducir los niveles de estrés y conciliar mejor el sueño.
Si nunca hemos realizado ejercicio, es mejor comenzar paulatinamente con el fin de ir cogiendo el ritmo para que no se convierta en una actividad desagradable y costosa. Una buena opción es comenzar dando un paseo a la salida del trabajo, por ejemplo.
Disfruta de los momentos de ocio
Que hayas vuelto a la rutina, no implica que dejes de lado tu círculo social. Aún hay horas de sol y hace buen tiempo, aprovecha y disfruta de tus ratos libres con tus familiares y amigos. Programa una salida a la montaña o una cena el fin de semana, esto te ayudará a sobrellevar mejor el regreso.
Y recuerda, el bienestar y la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en esos planes improvisados, en ese ratito para un café acompañado de alguien especial o el disfrutar de una tarde apacible en el parque con tus hijos.