Las vacaciones son un momento esperado para disfrutar en familia, pero también es una época en la que pueden surgir diferentes conflictos debido a que pasamos más tiempo juntos. Es importante saber gestionar los roces que pueden darse en estas fechas para disfrutar al máximo de nuestros seres queridos.
Escoged Destino
Aunque la última palabra siempre la tendrán los padres, es importante involucrar a los menores en tales decisiones, saber sus puntos de vista y sus intereses, de esta manera conseguiremos el viaje óptimo para todos. Es importante que sea un destino en el que puedan disfrutar todos, tanto los niños como los adultos y así adaptarnos a las necesidades de nuestra familia.
Planifica con tiempo tus vacaciones
Preparar con antelación las vacaciones nos ahorrará disputas de última hora debido a los gustos y preferencias de cada integrante de la familia. Dedicad un tiempo a hablar sobre las vacaciones, para encontrar el viaje en el que puedan disfrutar todos.
Sé empático
Es importante ponernos en el lugar del otro para entender su posición y el porqué de su conducta. Escucha, observa y pregunta. De esta manera podrás entender mejor lo que el otro piensa y siente, y evitarás discusiones innecesarias.
Dedica un tiempo para ti mismo
Aunque estemos pasando unos días en familia, eso no quiere decir que pasemos las 24 horas del día juntos. Es vital concedernos espacio y momentos para uno mismo en los que desconectar y disfrutar de la soledad. Aprovecha esos ratos para dar un paseo por la playa, escuchar música o darte un baño en la piscina.
Desconecta
Olvida el móvil, las redes sociales y el trabajo. Aprovecha los días de descanso para disfrutar de los tuyos, de tus hijos, de tu pareja y amigos y olvida todo aquello que te genera estrés durante el año. Es una época perfecta para para uniros más y mejorar la comunicación entre vosotros.
Evita temas de conversación conflictivos
Elude temas del colegio, trabajo, etc. Las vacaciones son para relajarse y desconectar. Intenta aparcar a un lado este tipo de conversaciones que pueden resultar estresantes y déjalas para la vuelta.
Organiza y reparte las tareas
Aprovecha los primeros días para hacer un planning y organizar entre toda la familia las tareas menos atractivas. De esta manera evitaremos discusiones sobre qué hace cada uno y cuando.
Reserva tiempo a tu pareja
Aunque pueda ser complicado cuando se tiene hijos, reserva un tiempo íntimo para vosotros solos. Disfrutar también del rol de pareja y no solo de padres, es fundamental para mantener el vínculo.
Organizad actividades entre todos
Se puede adjudicar un día a cada miembro de la familia para que sea esa persona la encargada de planear una actividad. De esta manera conseguiremos hacer planes en conjunto y que sean del agrado de todos, fomentando la convivencia y la comunicación entre la familia.
Dejad tiempo al aburrimiento
No es necesario planificar todo el día con actividades y tareas. Es bueno también tener momentos de no hacer nada, de aburrirse, porque esos momentos son los que nos van a hacer agudizar el ingenio, innovar o simplemente aprovechar para relajarse y reposar.
Hábitos de Alimentación
Al salir de vacaciones las rutinas de comida también se ven afectadas, no comemos a las mismas horas ni los mismos alimentos. El periodo estival por tanto es un buen momento para que los niños sobre todo conozcan nuevos productos y formas de cocinar. Aunque sean reacios a probar cosas nuevas las vacaciones es una buena oportunidad para adentrarles ya que están más receptivos y entretenidos.