La tartamudez o disfemia es un trastorno de la fluidez del habla que comienza entre los 2 y 5 años, cuyo origen es neuromotor, es decir, afecta sobre todo al hemisferio izquierdo provocando disfluencias en su habla o rupturas propias del flujo del habla.
Según Escobar (2021), la tartamudez se caracteriza por presentar dos tipos de comportamientos asociados:
- Comportamientos primarios, donde se incluyen repeticiones, prolongaciones de sonidos y bloqueos.
- Comportamientos secundarios, donde se incluyen:
- Comportamientos secundarios fisiológicos, como tensión muscular o tics en el cuello, etc.
- Comportamientos secundarios verbales, como evitar hablar en ciertas ocasiones, uso de muletillas (“emmm”), etc,
- Comportamientos secundarios emocionales, refieridos a ansiedad, frustración, miedo, etc.
¿Tiene relación con la genética?
Según varios estudios como los del Dr. Sangorrín (2005), asegura que las personas con antecedentes familiares presentan un alto porcentaje de probabilidades de presentar también este trastorno. También es cierto que el riesgo varía según el sexo del individuo, es decir, los varones presentan más probabilidades de padecerlo.
¿Cómo diferenciar entre una disfluencia típica y atípica de tartamudez?
Podemos diferenciar entre una tartamudez persistente del desarrollo o una tartamudez evolutiva, para ello, debemos tener en cuenta que:
Las disfluencias típicas o evolutivas se suelen caracterizar por:
– Tienden a remitir y desaparecer entre los 2 y 5 años. Suelen durar poco tiempo.
– Se caracterizan por repetir frases, palabras o algunas sílabas.
– Además, no hay movimientos asociados.
Las disfluencias atípicas propias de la tartamudez se diferencian de las otras por:
– Son intermitentes en el habla y aparecen entre los 2 y 5 años. Suelen durar más tiempo.
– Se caracterizan por repetición de sílabas, prolongación de sonidos y bloqueos.
– Existen movimientos asociados en ojos, cara y cuello, además de haber tensión muscular.
¿Cómo pueden los logopedas ayudar a mejorar la fluidez del habla?
En nuestro centro, las logopedas tratan de reducir la tensión que existe en las cuerdas vocales a la hora de fonar mediante el uso de diversas técnicas.
Una de las técnicas más usadas entre nuestros pacientes es el habla en susurro … ¿por qué?, cuando hablamos en susurro el flujo de aire pasa constantemente impidiendo el cierre total de las cuerdas vocales, haciendo que la tensión se reduzca y exista relajación durante el habla. Por esto, esta técnica ayuda a mejorar la fluidez del habla evitando, así, cualquier tipo de comportamiento, ya sea primario o secundario.
Si queréis saber qué otras técnicas utilizamos y qué situaciones son las que más favorecen la fluidez verbal, no dudéis en acudir a nuestro centro.
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Andrea Peces Blanco
Nº col. 28/1499